Piensa; por ejemplo:
No es verdad que te hayan abandonado tus amigos; aquí están Juan y María.
Declara con firmeza: manejé con mucha habilidad mis vínculos políticos; de no ser así, no estarían rodeándote los jurisconsultos. Hasta han venido algunos que no conocías.
No decaigas; señala que desde que recuerdas te añadiste más a las montañas.
Consuélate: cumpliste manifiestamente tu visión.
Desde hace algunos días, no logras ver a tu padre. Es cierto; pero él, a veces, es un poco furtivo.
Desde hace algunos días, no logras ver a tu padre. Es cierto; pero él, a veces, es un poco furtivo.
1 comentario:
Muy, pero muy bueno Ronald...De esas lecturas que te dejan pensando, con media sonrisa y con media lagrima...
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